Toyota uBox, concept car para la Generación Z

Por Javier Mota - 2016/04/19

El Toyota uBox, es un prototipo cuya inspiración nació en Carolina del Sur, que pretende atraer a la próxima generación de compradores de vehículos: la Generación Z, nacidos desde principios de los 90 hasta finales de la primera década de los 2000.

La mayoría de vehículos norteamericanos de Toyota se diseñan en el sudeste de Michigan, pero el Toyota uBox fue diseñado, creado y fabricado a mano por alumnos del Clemson University International Center for Automotive Research (CU-ICAR).

El Toyota Box es fruto de una colaboración de dos años entre el CU-ICAR y diseñadores e ingenieros de Toyota Motor North America, denominado Deep Orange, que sumerge a los alumnos en los distintos aspectos del desarrollo de automóviles, desde los estudios de mercado y de diseño hasta todo lo referente a la ingeniería y la fabricación.

“Deep Orange ofrece a los alumnos una experiencia práctica con el proceso de desarrollo de automóviles, desde la detección de oportunidades en el mercado hasta la fabricación del vehículo”, dijo Johnell Brooks, profesor asociado de la carrera de Ingeniería en la Universidad Clemson. "Es como un campamento sobre automoción para el mundo real, y no sería posible sin socios del sector como Toyota", afirma el docente.

Toyota y el Equipo Deep Orange de la Universidad Clemson presentaron eluBox en el Congreso Mundial de la Sociedad de Ingenieros de Automoción, en el Cobo Center de Detroit, a mediados de abril.

Toyota uBox, mucho más que un auto

El potencial comprador del Toyota uBox es un joven emprendedor que busca un vehículo que le resulte útil para actividades recreativas durante el fin de semana pero que también pueda ofrecerle un espacio de oficina u otros usos profesionales o personales durante la semana.

Estas son algunas de las principales características del Toyota uBox

  • Un diseño exterior audaz, juvenil e inconfundible, en línea con el anhelo de destacar que caracteriza la personalidad de la Generación Z, con una presencia poderosa que transmite movimiento hacia delante, incluso estando parado.
  • Un interior versátil que puede reordenarse para distintas actividades, desde trabajar hasta transportar cargas voluminosas. La baja altura del suelo permite montar unos asientos reconfigurables y extraíbles sobre unos rieles deslizantes, que pueden estar integrados en el piso.
  • Las rejillas de ventilación, los contornos de las pantallas del salpicadero y los acabados de las puertas se pueden personalizar y materializar con tecnología de impresión 3D y existe una comunidad en línea para que los propietarios puedan compartir ideas de diseño.
  • Un motor compacto, totalmente eléctrico y de doble uso, que ofrece una conducción apasionante y energía sin emisiones para alimentar aparatos electrónicos y todo tipo de dispositivos, a través de varias tomas de 110 V situadas en el interior y el exterior.

Una característica en particular que atrajo la atención de Craig Payne, Director del Programa Ejecutivo de Toyota North America, fue la técnica exclusiva de pultrusión —un tipo de proceso productivo de materiales plásticos— desarrollada por los alumnos.

Fue empleada para unir unos raíles de fibra de carbono compuesto con aluminio para soportar el techo curvo de cristal.

“La pultrusión del techo fue algo inesperado y muy interesante cuando empezaron a hablarnos del prototipo”, dijo Payne, que apunta: “el hecho de que, como alumnos, pudieran concebir una técnica de fabricación nunca vista en el sector dice mucho de este programa”.

Paul Venhovens, Catedrático de Integración de Sistemas de Automoción en el CU-ICAR, agregó que “la colaboración con Toyota fue tremendamente fructífera.

“El equipo directivo de Toyota desafiaba constantemente a los alumnos a justificar sus decisiones de diseño e ingeniería a partir de la esencia de la marca, los clientes reales y lo que ellos creían que depararía el futuro. Se trata experiencia que, sencillamente, no se aprende en los libros de texto”, agregó el catedrático.

 

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