Entre los cientos de vehículos existía un convertible en color blanco con el número de serie 5F08F100001 que había sido entregado al distribuidor George Parsons Ford en el oeste de Cañada en St. Johns, Newfoundland. Ese Mustang junto con otras 180 unidades, no estaban destinados a ser vendidos a los clientes. Se suponía que esos modelos de preproducción se utilizarían para pruebas internas y promoción.
Un par de semanas después la compañía se percató que el Mustang número 1 había sido vendido sin darse cuenta, por lo que funcionarios de Ford fueron con el Capitán Tucker para tratar de tener de vuelta esa emblemática unidad. Tucker encontró demasiada diversión en su nuevo Mustang que en un principio se negó a venderlo a la compañía.
Por medio de esa unidad la empresa logró intercambiar el Mustang número uno por la unidad un millón, otro convertible de color blanco. Finalmente, Tucker y Ford llegaron a un acuerdo.
¿Tú qué hubieras hecho si fueras el Capitán Tucker?
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