Auto Show de Chicago 2012: Ford Shelby GT500 Convertible, más ponzoña ¿Por qué no?

Por Camilo Alfaro - 2012/02/08

Uno de los modelos que más ha robado cámara en este primer día de prensa del Motor Show de Chicago, es la versión convertible del Ford Shelby GT500. A la vez esta cobra descubierta sirve para festejar las dos primeras décadas de vida del equipo SVT (Special Vehicle Team).

Quién no querrá despeinarse y asolearse en este Shelby con 650 caballos de fuerza, con estos tres números además de convertirlo en uno de los convertibles más rabiosos del planeta, el muscle car acoge el motor V8 más intenso que jamás haya existido. Habrá que ver quién es el valiente en robarle la corona.

Mediante un corazón de 5.8 litros supercargado los latidos de esta víbora modularan un empuje maravilloso. Basta escuchar 600 lb-pie de torque para que nuestra imaginación empiece hacer de las suyas. Al mismo tiempo los ingenieros de SVT colocaron un sistema de suspensión electrónico para hacer que el Shelby convertible tenga una personalidad según sea el estilo de manejo. Solo es necesario presionar un botón situados en el tablero. De manera que cuando circules a bajas velocidades o tengas que viajar por un camino con una capa de asfalto irregular, el modo normal hará que los amortiguadores de marca Bilstein tengan un trabajo más suave. En el polo opuesto está el carácter Sport; ideal para una conducción más firme al momento de entrar y salir de las curvas, además de que promueve un menor balanceo de la carrocería.

Entre requerimientos de SVT para la creación de este Shelby GT500, están los frenos de disco de Brembo. Desacelerar los 650 caballos de fuerza combinados con la masa del vehículo nos es tarea fácil, seis pistones en las ruedas del eje delantero y cuatro para el trasero otorgan la suficiente confianza al conductor cuando se requiera de un trabajo soberbio. Y es que hay  que tener en cuenta que esta cobra puede llegar a las 200 mph (320 km/h).

Habrá quienes sean renuentes al tipo de manejo que ofrece el Shelby GT500, lo que sí es un hecho es que la tradición de este icono americano permanece después de cinco décadas. Será la fábrica  ubicada en Flat Rock, Michigan, la que se en cargue de procrear la cobra más letal del mundo.

 

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